El primer movimiento de relevancia de Criteria Caixa tras los cambios en su cúpula, con el nombramiento de Francisco Reynés como vicepresidente ejecutivo el pasado mayo, ha tenido como protagonista a Naturgy. El hólding de La Caixa ha adquirido un 2% adicional de la energética, uno de sus principales activos, coincidiendo con la venta de una participación significativa por parte del fondo GIP, propiedad de Blackrock.

Esta operación se enmarca en el giro estratégico liderado por Reynés para alinear los objetivos de Criteria con los de su accionista único, la Fundación Bancaria La Caixa. El propósito principal es asegurar dividendos estables que permitan financiar la ingente obra social de la Fundación, con la meta de destinar más de 4.000 millones de euros hasta 2030.

La semana pasada, GIP Blackrock se deshizo de algo más de un 7% del capital de Naturgy a través de una colocación acelerada. Criteria, que es el primer accionista de la energética, aprovechó esta oportunidad para situar su participación en torno al 26%, recuperando la proporción con la que contaba antes de la auto OPA que Naturgy ejecutó en primavera.

Además de la rentabilidad, el aumento de la participación reduce los riesgos de un potencial aterrizaje de fondos oportunistas que podrían amenazar la estabilidad de la cotización de Naturgy. La operación ha supuesto una inversión de unos 485 millones de euros para Criteria Caixa, la más voluminosa de la sociedad de participadas desde la adquisición de un 5% del gigante francés Veolia a principios de año.