El núcleo de Les Avellanes i Santa Linya se encuentra en la zona de contacto entre la llanura y la montaña, limitando con el valle de Àger por los altos de Montclús y confrontando con los municipios de Camarasa y Os de Balaguer. Geográficamente, la zona este incluye los valles de los barrancos de Sant Urbà y de la Ribera hasta el pantano de Camarasa, mientras que al oeste es regado por el río Farfanya.

El municipio está bien comunicado por la carretera L-904, que conecta Balaguer con Àger, y también es atravesado por la línea de ferrocarril que une Lleida con la Pobla de Segur. Entre sus puntos geográficos más destacados se encuentran las montañas de Montalegre, la Malera y el pico más alto del Mont-roig, la Pala Alta.

Históricamente, Les Avellanes perteneció a la señoría de Bellpuig de les Avellanes. Santa Linya, que tuvo un extenso territorio en el siglo XIII, fue dominio de los condes de Urgell y posteriormente del vizconde de Cardona. La anexión de Santa Linya al municipio de Les Avellanes se produjo en el año 1970.

Uno de los monumentos más relevantes es el Monasterio de Bellpuig de les Avellanes, fundado en el siglo XII, donde se conservan los restos de los condes de Urgell. Además, el núcleo de Tartareu presenta restos arqueológicos que datan desde el neolítico hasta la Edad del Bronce, mientras que Vilanova de la Sal es un pueblo medieval fundado por los condes de Urgell a mediados del siglo XII.

El término municipal forma parte de la conocida Ruta del Montsec, configurada por la majestuosidad de la sierra y atravesada por los ríos Noguera Pallaresa y Noguera Ribagorçana, que han creado los impresionantes desfiladeros de Terradets y Mont Rebei, con parajes ricos en fauna y vegetación.