La investigación se inició a raíz de la denuncia presentada por la vecina, de 60 años, que reside en el mismo inmueble de la calle Bogatell. El concejal, que es sexto teniente de alcalde y miembro del PSC, compareció posteriormente en la comisaría de Sant Adrià para declarar sobre los hechos.
Según la denuncia, la mujer se encontraba en el rellano cuando Burgos la golpeó repentinamente y la empujó al suelo, inutilizando su teléfono móvil. Además, la vecina afirma que, tras el incidente, el concejal habría causado desperfectos en la puerta de su domicilio, rompiendo la cerradura a golpes, lo que obligó a llamar a un cerrajero.
La denunciante ha aportado un informe médico que acredita las lesiones sufridas y asegura haber recibido nuevas amenazas al día siguiente cuando se cruzaron en la escalera. Una patrulla de los Mossos se desplazó al edificio el mismo lunes para recoger testimonios y citó al concejal a declarar dos días después.
Fuentes del Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs han indicado que el consistorio no emitirá ninguna valoración pública hasta que el caso llegue a juicio, aunque confían en una pronta resolución. El gobierno municipal ha señalado que, a pesar de tratarse de un ámbito privado, intentarán promover un espacio de mediación entre ambas partes si es posible.
Francisco Burgos, además de su labor política, es conocido por su pasado deportivo, habiendo formado parte del equipo olímpico de taekwondo en los Juegos de Barcelona 1992. Actualmente, gestiona las áreas de Deportes, Sociedad del Conocimiento y Recursos Humanos.




