Los resultados preliminares del estudio, basado en una encuesta a 2.349 alumnos de entre 14 y 18 años de once institutos catalanes, indican que el 3% de los jóvenes presentan señales de adicción, como dificultades para controlar la conducta, uso del juego como regulador emocional o intentos fallidos de dejarlo.
“"El juego con dinero se inicia a los 14 años, con un perfil mayoritario claro de chicos que viven en barrios con un nivel socioeconómico más bajo."
El profesor José Tomás Mateos García explicó en una jornada que las apuestas deportivas y los casinos online son los tipos de juego que generan más adicción. Este incremento se debe a la accesibilidad "brutal" del juego online a todas horas y en cualquier lugar, según la catedrática Yolanda López del Hoyo.
Las consecuencias del juego patológico, considerado un problema de salud pública, incluyen daños económicos, abandono académico, problemas de salud mental (ansiedad, depresión, alto riesgo de suicidio) e incluso problemas físicos, ya que las personas afectadas tienen más problemas cardíacos. Además, se ha demostrado que hasta seis personas cercanas al afectado también sufren los efectos.
Otro riesgo de adicción son las "cajas botín" (loot boxes) de los videojuegos, artículos virtuales que se pagan con dinero real para recibir una selección aleatoria de objetos. El investigador de la UdL, Filip Bellon, alertó sobre el papel de los tipsters o influencers que presentan las apuestas como una habilidad que se puede aprender, desvirtuando la percepción del azar.
Los investigadores subrayan la necesidad de reforzar las políticas de prevención. En la ciudad de Lleida, destacan que hay casas de apuestas y juegos de azar situadas a menos de 100 metros de varios institutos.
