La reactivación del proyecto se ha materializado a través de la publicación de una licitación para llevar a cabo un concurso de ideas, que incluye la «redacción del anteproyecto básico, proyecto ejecutivo y dirección del edificio». Esta iniciativa, según la concejala de Territorio, Sònia Roca, responde a una necesidad urgente.
“"Era una prioridad desde la anterior legislatura y ha llegado a través de acuerdos con el cuerpo de policía."
Junto con el nuevo edificio, el consistorio de Valls prevé una futura ampliación de la plantilla de la Policía Local, con el objetivo de alcanzar los 55 o 60 efectivos. Concretamente, se espera un incremento en los próximos dos años que incluirá 10 mandos: una Inspectora, tres Sargentos, seis Cabos y un total de 35 agentes más.
La nueva comisaría tendrá dos plantas (primera y sótano), aparcamiento y una zona verde. El edificio se construirá en una superficie total prevista de 4.145 metros cuadrados, ubicado entre el pantano, la calle de l’Escorxador y la calle Sant Benet, englobando también la calle Sant Josep. La zona también se aprovechará para construir nuevos edificios de vivienda en un espacio de 808 metros cuadrados.
Las instalaciones no reúnen los requisitos exigibles de seguridad de acuerdo con las normas propias de las comisarías, tales como puertas blindadas y con acceso restringido, así como la higiene en el trabajo.
La ampliación se defiende por la «falta de espacio físico» en la ubicación actual, que imposibilita el incremento de la plantilla. La actual comisaría se encuentra en la Baixada de l’Església, número 8, donde se instalaron en el año 1993 como «ubicación provisional», y presenta problemas de accesibilidad y limitaciones estructurales.
