La secretaria de Estado al frente de la protección de la violencia contra las mujeres, Jess Phillips, anunció la medida, destinada a combatir el impacto de las conductas tóxicas propagadas por internet. Los profesores recibirán formación de expertos y podrán seleccionar qué alumnos deben participar en estos talleres.
Los cursos educarán a los alumnos en cuestiones clave como el consentimiento, la identificación de modelos positivos a seguir y la manera de cuestionar los mitos poco saludables sobre las mujeres y las relaciones. Uno de los objetivos principales es que los jóvenes aprendan a diferenciar entre la pornografía y las relaciones reales, mejorando así la educación sexual.
“"Todos los padres deberían poder confiar en que sus hijas están seguras en la escuela, en internet y en las relaciones que tengan. Demasiado a menudo, sin embargo, las ideas tóxicas se arraigan desde muy jóvenes y no se cuestionan."
Esta iniciativa complementa el nuevo plan de estudios sobre relaciones, sexo y salud (RSHE), que será obligatorio para las escuelas públicas a partir de septiembre de 2026. El plan incluye lecciones actualizadas sobre inteligencia artificial (IA), deepfakes y abusos en internet.
El programa, financiado con 20 millones de libras (22,7 millones de euros), se enmarca en un plan más amplio del Ejecutivo para reducir la violencia contra las mujeres a la mitad durante la próxima década. Además de la prevención, el plan incluye un aumento de la persecución de los delitos sexuales con la creación de unidades especializadas en las fuerzas policiales de Inglaterra y Gales.




