La medida, que afecta a una de las parroquias históricas de la ciudad, ha sido confirmada por el arzobispado de Tarragona. Esta suspensión se mantendrá sin especificar su duración ni los motivos concretos de la decisión.
Como consecuencia directa de la decisión, toda la actividad religiosa y los servicios parroquiales de la Puríssima Sang han sido trasladados provisionalmente a la Prioral de Sant Pere, según fuentes del arzobispado.
Esta suspensión afecta directamente la vida religiosa de una de las comunidades parroquiales más antiguas y centrales de la ciudad de Reus.
La decisión del arzobispo Planellas llega en un momento de reestructuración eclesiástica y ha generado interés sobre los motivos subyacentes de esta drástica medida en un templo tan significativo para la comunidad local.




