Esta es la tercera liberación de esturiones que se lleva a cabo en el río Ebro, una especie que había desaparecido de la zona hacía medio siglo. Los 44 nuevos ejemplares llegaron desde Francia y pasaron unos días de adaptación en el centro acuícola del IRTA de la Ràpita antes de ser soltados en Tivenys (Baix Ebre).
El proyecto, coordinado por Marx Ordeix del CERM de la Universidad de Vic, ha destacado el “correcto” comportamiento que han tenido los peces liberados desde 2023. Este comportamiento incluye movimientos entre el estuario y el mar, considerado “idóneo y esperado” por los científicos, similar al que se ha observado en la reintroducción del esturión en ríos como el Garona o el Dordoña.
“"Cuando los hemos soltado, hemos visto que se iban hacia el tramo final del río, algunos se han ido al mar, alrededor del Delta, y otros se han quedado en el estuario. Se trata de un comportamiento idóneo y esperado."
Los ejemplares provienen del centro de reproducción en cautividad del INRAE (Instituto Nacional de Recherche en Sciences et Technologies pour l'Environnement et l'Agriculture) de Saint Seurin-sur-l'Isle, en la zona de Nueva Aquitania, gracias a un convenio con el gobierno francés. Aunque el año pasado se liberaron 50, este año la cifra ha sido de 44. La liberación de 2026 no se podrá llevar a cabo debido a la complejidad de la cría, y la próxima suelta está prevista para 2027, siempre que la reproducción en Francia sea exitosa.
Ordeix recordó que la reintroducción del esturión es un proceso muy lento. Habrá que esperar cerca de dos décadas para que estos peces, que alcanzan la madurez sexual entre los 13 y 18 años, remonten el río para reproducirse de forma natural. El proyecto también ha favorecido la recuperación de otras especies migradoras, como la saboga, gracias a las rampas de peces creadas con el proyecto Life MigratoEbre, que ayudan a superar barreras como el azud de Xerta y Tivenys.




