Las obras, que a simple vista parecían anodinos cuadros decorativos, estuvieron a punto de superar todos los controles aeroportuarios. La sustancia, negra y granulada, no fue detectada por los reactivos antidroga iniciales.
El plan de los narcos se desmoronó horas después, cuando un segundo análisis más exhaustivo detectó la cocaína camuflada.
Tras el hallazgo, las autoridades lograron detener al portador de los cuadros en el Aeropuerto de Madrid-Barajas, justo cuando se disponía a huir del país con un billete de regreso a Colombia.




