Pijuan Vallverdú inicia su reflexión recordando el cuento de 1845, La pequeña cerillera, donde la protagonista muere de frío y hambre en una noche de Fin de Año, encontrando consuelo solo en la luz efímera de las cerillas.
La alcaldesa traslada esta oscuridad a la actualidad, citando las guerras, los conflictos, el resurgimiento de “mandatarios de extrema derecha” y una sociedad “crispada y egoísta” marcada por el odio en las redes sociales y la necesidad de inmediatez.
La cultura nos hace más tolerantes con los demás, nos hace más ricos en conocimientos y más abiertos de mente.
Según Pijuan Vallverdú, la cultura es la “luz de esperanza” que permite a la sociedad discernir la verdad de la mentira y evitar las “sombras alargadas” de la ignorancia, haciendo referencia al mito de la caverna de Platón.




